
Joan Brossa amaba la libertad y, consecuentemente, liberó las letras que estaban encadenadas en sus versos. Todas se fueron animadas a ver mundo, y de sus visiones conjuntas y particulares surgieron poemas etéreos; recuerdos de sus viajes más allá de sí mismo de tan adentro como llegaban. Su obra es precisamente eso: un enorme álbum de recuerdos de la vida de las letras que viven en todos nosotros.
A Joan Brossa lo echamos de menos, de la A a la Z. Hoy hace dieZ.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada